lunes, 3 de abril de 2017

"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"

El paso de la felicidad a la tristeza puede ser, en muchas ocasiones, cuestión de segundos. Son esas palabras inesperadas que lees o escuchas, viajan hasta el fondo de tu mente, procesas su significado y se disparan hacia el centro de tu corazón en forma de puñalada. Las lágrimas te aíslan de todo lo que sucede a tu alrededor y solo piensas en lo que te han dicho. Antes, las malas noticias solo se transmitían por teléfono o en persona, ahora también por WhatsApp o redes sociales. En ningún momento estás a salvo de recibir palabras que te duelan.

Las noticias desagradables pueden ser de todo tipo, pero me voy a centrar únicamente en aquellas que suponen la pérdida o posible pérdida de un ser querido, esa persona con la que has pasado grandes momentos y te ha hecho feliz. Cada conversación, cada rato y cada aventura a su lado que has vivido con una intensa alegría. Ahora, sientes que la vas a perder y puede que para siempre. Es un sentimiento muy fuerte y estás abatido.

Con este artículo solamente quiero hacer una reflexión que tiene mucho que ver con esta frase:
"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes"  
Así es; razón no le falta. Cuando una persona está a tu lado, te quiere y te aprecia, no lo valoras hasta que te das cuenta de que ya no la tienes. Entonces te arrepientes porque has estado utilizando para tu propia conveniencia a esa persona o porque no has sido consciente de lo que ella estaba haciendo por ti. No te has percatado de que ese chico o chica te quería de verdad o, al menos, eso te había demostrado día tras día, acto tras acto. El verbo querer se atribuye a la familia, amigos y, por supuesto, pareja. Deja de pensar únicamente en el amor de novio-novia, porque es un sentimiento que abarca más.

En la vida sucede mucho el no valorar a las personas por cómo son y por lo que hacen; se le da más importancia a otros aspectos más superficiales y se mira poco lo que hay en el interior. Odio cuando dicen "yo valoro mucho cómo eres tú, porque personas así quedan muy pocas y es difícil encontrar", pero a la hora de demostrarlo no es así y prefieren a alguien que resalte más en otros puntos.

Destaco otra frase que me parece muy verdadera y bastante común:
"Las mejores personas siempre sufren porque siempre están ahí dando todo sin pedir nada a cambio y eso nadie lo ve" 

A veces relajarse puede ser bueno para que los otros se percaten, reflexionen y espabilen, porque no debes ignorar esos esfuerzos; no todo el tiempo le importas a alguien. Si no das lo que recibes, o ni siquiera intentas ofrecer algo a quien se lo merece porque te lo ha demostrado... luego será tarde y te arrepentirás. Esto no es fácil; en muchas ocasiones necesitas que te abran los ojos con algún consejo basado en la experiencia y la sabiduría de aquel que ha pasado por lo mismo. El problema es no escuchar o no llevar a la práctica esas palabras que te dicen, ser cabezón y seguir en un camino que puede conducir a equivocarte.

Otro error frecuente del ser humano es juzgar sin saber. Sí, es el típico dicho de toda la vida, guiarse por la propia intuición, por lo habitual o, tal vez, por unas simples "pistas" que te invitan a pensar algo que no es. Una mala costumbre que te traiciona unas veces y te ayuda en otras. Una solución sería creer en la sinceridad de una persona. Para ello, debes conocerla bien y confiar, porque hay gente que sabe mentir con elegancia. La clave se encuentra en comparar detenidamente ambas partes y reflexionar para saber quién tiene razón. Nadie es perfecto. Puedes pensar y acertar, o no. Pero un poco de autocrítica nunca viene mal.

Sea por los motivos que sea, cuando pierdes o te alejas de un ser querido, tienes que ser tú mismo, valorarte por cómo eres, aprender y cambiar solo aquello que no te guste de ti. En la vida se mejora a base de cometer errores y siempre caerás en alguno. Por tanto, la posibilidad de ser mejor estará ahí cada vez que falles; solo es cuestión de darse cuenta y recapacitar. El aprendizaje es algo tan fundamental que nunca lo debes olvidar o dejar de lado:
"Igual que tampoco olvidas a una persona; simplemente aprendes a vivir sin ella" 
*Artículo publicado en www.elperiodicum.es el  16/03/2017*

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